TOMADO DE PERIODISTAS SIN FRONTERAS
LEÓN VALENCIA, EL
SECUESTRADOR HUMANITARIO
Por Ricardo Puentes Melo
Septiembre 19 de 2011
Uno no termina de sorprenderse. No sólo tenemos de
presidente al precursor del despeje a favor de las FARC y buscador fervoroso de
una negociación de paz con sus conocidos guerrilleros del ELN; sino que
sufrimos un ministro -Vargas Lleras- acusado por un mafioso de haber recibido
dinero de narcos para su campaña política, amén de gozar de una avioneta del
hampa puesta a su disposición para lo que se le pudiera ofrecer.
Para colmo, los colombianos presenciamos inermes y
estupefactos cómo los dos anteriores contrataron a un secuestrador, un
terrorista del ELN, para realizar estudios y dictaminar sobre la moral y la
decencia de los candidatos a las próximas elecciones.
Se trata de León Valencia, director de la Corporación Nuevo
Arco Iris, una ONG de guerrilleros amnistiados y/o indultados (con algunos
investigados por paramilitarismo) que se ha convertido en una de las mayores
entidades contratistas asesoras del gobierno, con ingresos de miles de millones
de pesos que, por supuesto, salen de nuestros bolsillos.
Es decir, esta ONG está usufructuando a los colombianos ya
no como lo hacían sus miembros antes, bajo el nombre de ELN, una guerrilla
marxista-leninista-maoista, sino bajo el nombre de “Corporación Nuevo Arco
Iris”; nos sacan millones de nuestros bolsillos ya no como secuestradores,
extorsionistas y asesinos, sino en jugosísimos contratos de asesorías, como ya
lo mencionamos. Un negocio más rentable y menos riesgoso que los secuestros.
Es cosa de locos. Un ministro acusado de nexos con mafiosos
y famoso por sus cacerías de patos en compañía de Mancuso, contrata a un
secuestrador, a un asesino terrorista, para que haga juicios sobre la moral y
la ética de los candidatos a las próximas elecciones.,
Es de suponer que todos ya saben que León Valencia, el
director de la Corporación Arco Iris, y columnista habitual de El Tiempo y
Semana, es un secuestrador y asesino que perteneció a la guerrilla del ELN. Y
es de suponer que también todos sabemos que Valencia se precia de sus crímenes,
como si estos fueran trofeos dignos de exposición para su ONG.
Es que León Valencia ha sido defensor de la tesis
escalofriante de que las demás personas (excluyéndolo a él, claro) son
susceptibles de ser asesinadas o secuestradas si el crimen se hace en aras de
una ideología (la suya, claro).
De izq. a dere: Magistrado Iván Velásquez, León Valencia
-alias "Gonzalo", la columnista Natalia Springer, la analista
política Claudia López, y el congresista Iván Cepeda, hijo del tenebroso Manuel
Cepeda
Fiel a esto, siendo jefe de finanzas de la guerrilla del
ELN, el comandante “Gonzalo” –que era su alias en el monte- ordenó muchísimos
secuestros y asesinatos, macabra función que desempeñaba como miembro del
Estado Mayor del Frente de Guerra Norte del ELN, según lo denunció en días
pasados el Sr. Rafael Enrique Simanca Bello, alias “Gilberto”, compañero y
subalterno de nuestro secuestrador humanitario.
Según “Gilberto”, León Valencia era el encargado de trazar
los planes, “entre ellos secuestrar y hacer cumplir la cuota económica de cada
frente”.
La vocación financista de León Valencia parte de ahí. A sus
manos llegaba el dinero de todas las extorsiones y secuestros de los Frentes
del ELN bajo su mando. Junto al cura Manuel Pérez, Nicolás Rodríguez Bautista,
Antonio García, y Pablo Beltran, conformaron esta empresa criminal que
transformó una de sus alas en la exitosa asesoría que conocemos.
Es la misma vocación financista, pero de dinero fácil y mal
habido, que ha llevado al “analista político” León Valencia a exigirle a Álvaro
Uribe una indemnización de 1.200 millones de pesos, luego de que el ex
presidente le hubiera dicho algunas verdades a través de varios medios de
comunicación.
Porque al “analista político” León Valencia, poco le
interesa cómo obtiene el dinero. Le dio lo mismo si era de secuestros y
extorsiones, o a través de fallos judiciales, valiéndose de sus amigos
magistrados y con la debida publicidad de otros “analistas políticos” que
inflan el ego del comandante “Gonzalo” en sus columnas de opinión y programas
de radio y televisión.
León Valencia, nuestro secuestrador humanitario, nuestro
analista político, asegura que sus crímenes pueden explicarse porque “en mi escala de valores, en donde lo más
importante era la democracia, la justicia y la igualdad social, por debajo
estaba la vida”. (Entrevista concedida a estudiantes de la Universidad del
Rosario)
¡Curiosa escala de valores…! Y curiosa defensa de la
justicia hace este hampón secuestrando, extorsionando y asesinando colombianos
de bien. ¡Dios nos libre de caer en sus manos..!
Muchas más cosas aterradoras cuenta alias “Gilberto” acerca
de su comandante “Gonzalo” en esa denuncia que realizó ante el Fiscal de la
Unidad de Justicia y Paz, pero nos quedamos con un específico delito de
secuestro en septiembre de 1992 sobre el inerme ciudadano colombiano, Calixto
Benavides Vásquez, una de las últimas víctimas de León Valencia quien se
desmovilizaría meses después de cobrar el rescate.
Nuestra pregunta es ¿existiendo esta denuncia puntual, libre
de retóricas incomprobables, sobre la participación de León Valencia en el
secuestro del Sr. Calixto Benavides, por qué sigue libre este bandido..? ¿Por
qué el gobierno de Juan Manuel Santos, por intermedio de Germán Vargas Lleras,
premia este crimen de lesa humanidad dándole contratos de cifras fabulosas al
secuestrador..?
¿Quién nos protegerá de la escala de valores de León
Valencia, a quien nada le interesa la vida e integridad de los demás si esto es
lo que necesita para conseguir sus ideales?
¿Quién nos protegerá de este gobierno y esta justicia que no
cumple su deber constitucional de investigar, perseguir y castigar a los
secuestradores..? ¿Nadie les ha dicho que el secuestro es un crimen de lesa
humanidad y, por tanto, no indultable? ¿Por qué este gobierno viola de manera
tan rampante los compromisos internacionales adquiridos al ratificar tratados
como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y otros?
¿Por qué este gobierno, junto a la Fiscalía y las Cortes,
siguen tan complacientes con secuestradores como León Valencia y René Guarín, a
quienes honran con homenajes y contratos…?
Así que, queridos compatriotas, esa es la clase de individuo
que hoy se desempeña como director de la Fundación Arco Iris, entidad que
utiliza para señalar con dedo acusador a todos los miembros del equipo de
gobierno de Álvaro Uribe, y que funge también como asesor multimillonariamente
pagado del gobierno de Juan Manuel Santos.
Es de la misma escuela criminal de Gustavo Petro; ambos
aseguran que sus terribles crímenes y violaciones de Derechos Humanos,
cometidos antes de los 30 años de edad, son pequeñas “pilatunas” y acciones
“idealistas” (léase secuestros, asesinatos, etc) obligadas en aras de la
búsqueda de un fin supremo en el cual ni la vida ni la integridad de sus
víctimas tuvo jamás la más mínima importancia.
Este par de rufianes –amén de otros- siguen con su inhumana
escala de valores. Y mientras uno es contratista consentido del régimen, el
otro es aspirante a la Alcaldía de Bogotá, habiendo delegado equipos para
conversar con el PSUV y gestionar la entrada del socialismo bolivariano a
Colombia y Bogotá.
¡Qué desvergonzados..!
Pero más desvergonzados son quienes con su silencio o
anuencia están p
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